Carnavales de Brasil se suspenden por primera vez en la historia: cómo afecta a la economía naranja
Por Teresa Le Maitre
Caracas, 16 de febrero de 2021
El emblemático Carnaval de Río de Janeiro fue suspendido por primera vez en sus 180 años de historia.
Organizado ininterrumpidamente desde 1840 cuando se realizó el primer baile oficial, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció el pasado 21 de enero vía Twitter la suspensión definitiva del evento durante 2021, el que ya previamente había sido aplazado de febrero a julio de este año.
“Nunca escondí mi pasión por el Carnaval y la clara percepción que tengo de la importancia de esta manifestación cultural para nuestra ciudad, pero me parece sin sentido que imaginamos que, a esta altura, tengamos condiciones de realizar el Carnaval en julio” expresó el alcalde Paes vía Twitter. Como consecuencia de la pandemia, el Carnaval de Río había tenido retrasos logísticos, razón por la cual fue pospuesto para mediados de año, plazo que no podrán cumplir y que derivó en su cancelación definitiva en su edición de 2021.
El Carnaval genera riqueza.
El turismo en Brasil es un rubro en crecimiento y cuya participación en la economía venía aumentando progresivamente. De acuerdo al estudio realizado por Oxford Economics, en 2018 el turismo representó un 8,1% de la riqueza nacional.
Río de Janeiro recibió un duro golpe tras suspender sus dos eventos principales: Año Nuevo y Carnavales. El 31 de diciembre la ciudad recibe alrededor de 3 millones de personas en Copacabana para despedir el año, encuentro que no tuvo lugar en 2020 y que en años anteriores se tradujo en 100% de ocupación hotelera, una inversión de 2,5 millones de dólares, la movilización de 2.000 policías y 16,9 toneladas de fuegos artificiales, según informó Riotur, la agencia de turismo de la alcaldía de Río de Janeiro.
Por su parte, el Carnaval de Río de Janeiro produce más de 1.000 millones de dólares en turismo, empleos temporales, transporte y alimentación. La Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC) estimó para el año 2020 que “Los ingresos correspondientes al consumo en bares y restaurantes, y demás establecimientos de comida fuera del hogar generarán más de 4.800 millones de reales (unos 1.142 millones de dólares)”, cifra que no ingresará en 2021.
Y es que cuando hablamos del Carnaval de Río, no nos referimos exclusivamente a la manifestación cultural, sino a su valor agregado como impulsor de la economía. «Más allá de las lentejuelas, la música y la tradición invaluable, los carnavales son una expresión del enorme potencial de las industrias creativas; un ecosistema que produce ingresos de más de US$124.000 millones al año en América Latina y el Caribe«, explica Helga Flores Trejo, especialista principal de innovación y creatividad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Carnaval más conocido del mundo deberá esperar todo un año de incertidumbre para saber si podrá volver al sambódromo.