De acuerdo con el Índice Global de Innovación (GII) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi), dado a conocer el pasado mes de diciembre, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) se triplicó desde 2000 y creció hasta los 3 billones de dólares en 2023, a pesar de que algunas economías globales enfrentan desafíos estructurales que les dificulta financiar adecuadamente sus ecosistemas de innovación.
La Ompi apunta que esta cifra refleja tendencias mundiales como el surgimiento de una economía global que ha intensificado el uso de la I+D, que a su vez impulsa su crecimiento. El GII destaca algunas cifras que reflejan los cambios en esta materia; por ejemplo, la proporción de la I+D en el PIB mundial ha aumentado de menos de 1,5 %, en 2000, a casi 2 %, en 2023. “Con un PIB mundial de alrededor de 200 billones de dólares en el año 2023, un aumento de 0,5 % como proporción del PIB se traduce en un enorme gasto adicional de 1 billón de dólares en I+D”, comentaron.
Este crecimiento es dominado por Asia, que representa 46 % del gasto en I+D mundial (25 % de aumento respecto al año 2000), seguida por Estados Unidos y Canadá (29 %), Europa (21 %), norte de África y Asia Occidental (4 %), Asia Central y Meridional (3 %) y América Latina y el Caribe (2 %), mientras que el África Subsahariana ha tenido una participación global estable.
Dentro de Asia, el país con el mayor aumento de la participación mundial en I+D entre 2000 y 2023 es China (26 % en 2023). República de Corea, Turquía, India, Egipto, Tailandia, Polonia, Indonesia, Arabia Saudita e Israel son las naciones que siguen, en ese orden, después de China, mientras las economías con la mayor disminución en la participación global en I+D, durante este periodo, fueron –también en orden– Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Federación Rusa, Brasil, Suecia y Países Bajos.
Asimismo, las 15 economías que más gastan en I+D son, de manera descendente, Estados Unidos, China, la Unión Europea, Japón, República de Corea, Reino Unido, India, Turquía, Brasil, la Federación Rusa, Canadá, Israel, Australia, Suiza y Egipto. La Ompi destaca que esta lista está compuesta casi exclusivamente por economías de ingresos medios, lo que contrasta con algunos países de altos ingresos, cuya participación ha disminuido de 87 % en 2000 a 63% en 2023. Otras naciones de ingresos medios que más rápido han crecido en gasto en I+D son Ecuador, Egipto, Indonesia, Tailandia, Vietnam y Etiopía, entre otras más.
Ahora, las economías con la inversión más intensa en I+D son Israel y la República de Corea, que gastan cerca de 6 % y más de 5 % de su PIB, respectivamente, en esta materia. El sector privado tiene un importante papel en el fomento de la I+D en los siguientes países: Israel (donde la industria privada impulsa 92 % de la I+D total), Vietnam (90 %), Irlanda (80 %), Japón y la República de Corea (79 %). El sector privado de Estados Unidos, China, Tailandia, Singapur, Turquía, Canadá, Australia y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros, contribuye con al menos 50 % de la I+D total.
Finalmente, entre los países que invierten más de 3 % de su PIB en I+D están también Estados Unidos, Bélgica, Suecia, Japón, Suiza, Austria, Alemania y Finlandia, mientras Finlandia, el Reino Unido, Dinamarca, Islandia, China, los Países Bajos, Francia, Singapur y Eslovenia invierten al menos 2 % de su PIB. Lamentablemente, las demás naciones tienen índices inferiores a 1 %. “Esto pone de relieve una marcada disparidad en la intensidad de la I+D en todo el mundo”, apunta la Ompi.