Brasil aplica políticas especiales de Propiedad Intelectual para Emprendimientos
Por Esther Bergel y Ricardo E. Antequera
El pasado 30 de julio de 2020 el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de Brasil (INPI), anunció que con el objetivo de prestar asistencia a los emprendedores tecnológicos para que puedan consolidarse en el mercado, y promover el uso de la propiedad intelectual como herramienta de competitividad, inició un proceso acelerado de análisis de las solicitudes de patente que hayan sido presentadas por empresas que sean calificadas como “startups”.
La iniciativa surgió a raíz de un estudio realizado por la División de Estudios y Proyectos de la Dirección de Patentes (DIESP) del INPI, y que fue denominado “El uso del sistema de PI por parte de los Startups”. El objetivo de esta investigación fue el identificar cómo las pequeñas empresas o startups protegen sus activos de propiedad intelectual, y si efectivamente obtienen ventajas del uso del sistema de patentes.
El estudio contiene una explicación general sobre los “startups” y además, un análisis realizado sobre las solicitudes y concesiones sobre toda clase de bienes inmateriales protegibles por la Propiedad Industrial (patentes, marcas, indicaciones geográficas, entre otros), así como de contratos de tecnología registrados hasta mayo de 2019, considerando la existencia de 2478 “startups” registrados ante la Asociación Brasilera de Startups (ABStartups).
Cabe destacar que en Brasil los startups están definidos a través de la ley Nacional Complementaria publicada el 24 de abril de 2019.
Para poder beneficiarse de este nuevo proceso de análisis acelerado de solicitudes de patentes, el solicitante debe presentar ante el INPI el certificado emitido por la Red Nacional para la Simplificación del Registro y la Legalización de Empresas y Negocios (REDESIM), en el que se deja constancia que la empresa puede ser considerada como un “startup”.
Se espera que el tiempo promedio para la realización del examen de patentabilidad de invenciones que califiquen dentro de este programa acelerado sea de 13 meses desde la presentación de la solicitud de patente, aunque el INPI espera continuar disminuyendo este lapso.
Por muchos años, Brasil ha tenido uno de los procedimientos de patentamiento más lentos del mundo, con promedios de tramitación que llegaron a los 11,5 años desde la presentación de una solicitud hasta su examen de patentabilidad, con retrasos aún mayores para invenciones en el área de telecomunicaciones (13,74 años) y farmacéuticas (13,27 años).
Sin embargo, desde el año 2017 el INPI ha venido implementando una serie de medidas que han ido reduciendo significativamente los tiempos de procesamiento de solicitudes de patentes, incluyendo la contratación de nuevos examinadores, o la validez que se le otorga a los exámenes realizados por otras oficinas de patentes a nivel mundial para la misma invención. Para finales del año 2021, el INPI ha declarado que espera llegar a una meta de un promedio de 24 meses desde la presentación de una solicitud de patente hasta su examen. Este proceso acelerado de patentes para emprendimientos tecnológicos es un ejemplo de avances que empiezan a ocurrir en Latinoamérica en relación con un sistema de Propiedad Intelectual al alcance de pequeñas empresas, y pueda resultar una herramienta de competitividad para la industria nacional.