La Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido (UKIPO) abrió una consulta pública sobre la regulación de la relación entre la inteligencia artificial (IA) y los derechos de autor, que abarca (en 47 preguntas) distintos aspectos de esta materia. La consulta recibirá las opiniones y contribuciones de la ciudadanía hasta el 25 de febrero de 2025.
Entre las propuestas regulatorias que el gobierno británico incluyó en la encuesta se encuentran tres ítems fundamentales: Apoyar el control de los titulares de derechos sobre sus contenidos y su capacidad de recibir una remuneración por su uso; apoyar el desarrollo de modelos de IA líderes a nivel mundial en el Reino Unido, garantizando un acceso amplio y legal a datos de alta calidad, y promover una mayor confianza y transparencia entre los sectores, con el fin de reducir la inseguridad jurídica que la ausencia de un cuerpo normativo para esta materia genera.
El texto señala que el gobierno cree que la mejor manera de lograr estos objetivos es mediante un paquete de intervenciones “que puedan equilibrar las necesidades de los dos sectores” (autores y desarrolladores de sistemas de IA generativa -IA gen-), por lo que –entre las disposiciones que consultan– están tomar medidas que requieran de una mayor transparencia por parte de los desarrolladores sobre cuáles obran usan para entrenar a sus modelos. He ahí la razón por la cual la UKIPO consulta sobre la introducción de una excepción a la ley de derechos de autor para permitir, de manera transparente y controlada, la minería de textos y datos para las IA gen.
“Esto mejora el acceso al contenido por parte de los desarrolladores de IA, permitiendo a los titulares de derechos reservar sus derechos y, de ese modo, evitar que su contenido se utilice para el entrenamiento de IA. Creemos que, si se avanza en conjunto, estas medidas podrían cumplir nuestros objetivos anteriores”, explicó la UKIPO, que prometió que estas medidas entrarían en funcionamiento cuando se disponga de soluciones tecnológicas “efectivas, proporcionadas y accesibles”, viables y posibles para los titulares de derechos y los desarrolladores.
La meta del gobierno es, aparte de proteger el material de los titulares de derechos y buscar para ellos una remuneración adecuada, motivar a los desarrolladores de IA para que trabajen en el Reino Unido, “en pleno cumplimiento de la legislación británica”, por lo que su enfoque está en establecer soluciones técnicas prácticas y un marco legal claro de derechos de autor e IA interoperable.
Para llegar a este punto, consultan sobre la transparencia, como base de cualquier nuevo enfoque en materia de derechos de autor e IA, por ello buscan opiniones sobre qué nivel de transparencia se requiere en relación con el uso de obras protegidas para entrenar modelos.
También someten al criterio público las normas técnicas que permiten a los titulares de derechos reservar sus derechos, pero también satisfacer las necesidades de los desarrolladores de IA; los contratos y licencias (incluidas las licencias colectivas) para garantizar la remuneración de los titulares de derechos; el etiquetado claro de los resultados de la IA así como el desarrollo de herramientas y estándares; una posible reforma de las protecciones para las obras generadas enteramente por computadora; la necesidad de reunir evidencia sobre los desafíos que plantean los deepfakes y evaluar si el marco legal actual es suficiente para proporcionar a las personas el control sobre el uso de su imagen; así como otras cuestiones emergentes como la claridad y alcance de la legislación local para los sistemas de IA que generan contenido en la búsqueda en línea y en otros procesos de uso de datos, incluidos los datos sintéticos empleados para entrenar modelos de IA.
El interés de la UKIPO es fortalecer a las industrias creativas y al sector nacional de IA, que califica como “puntos fuertes del Reino Unido” y “vitales” para la misión nacional de hacer crecer la economía. Como la posición actual de la ley de derechos de autor del Reino Unido respecto al entrenamiento de modelos de IA es –según ellos– “objeto de controversia”, la dificultad de los titulares de derechos para controlar el uso de sus obras en el entrenamiento de modelos de IA y de los desarrolladores para entrenarlos genera una incertidumbre jurídica que, a criterio de la Oficina, “está socavando la inversión en tecnología de IA y su adopción”.
La consulta pública servirá entonces para ajustar a la necesidad real de ciudadanos, empresas y gobierno las propuestas regulatorias preliminares establecidas en la encuesta y visualizar cómo podría ser la futura regulación sobre la relación entre la IA gen y los derechos de autor en Reino Unido que recompense la creatividad, incentive la innovación y proporcione seguridad jurídica a largo plazo para ambos sectores.