Importaciones Paralelas en Venezuela

Situación de Alerta para Titulares de Marcas

Este artículo fue publicado en WTR Daily, parte de World Trademark Review, en septiembre de 2021. Para mayor información, visita www.worldtrademarkreview.com.

Venezuela quizá es un territorio que por las restricciones derivadas de sanciones internacionales o las conocidas limitaciones económicas, muchas empresas internacionales han sacado de sus prioridades cuando se trata de la protección de sus marcas.

Sin embargo, esta situación pudiera cambiar derivado de las medidas que se han venido implementando desde el gobierno venezolano, para estimular las importaciones de productos para abastecer el mercado local.

Dentro de estas medidas se encuentra el decreto presidencial No. 6.636 del 6 de agosto del 2021, que tiene por objeto exonerar de impuestos de importación e impuesto al valor agregado a ciertos productos vinculados con los sectores farmacéutico, automotriz, telecomunicaciones, ropa y alimentos.

Esta resolución ha regulado una situación que ha venido ocurriendo al menos durante los últimos años, y relacionada a medidas que permiten la importación de productos sin mayores restricciones en las aduanas; el levantamiento de los controles de precios, además del relajamiento del régimen de control de circulación de divisas extranjeras dentro de Venezuela.

Esto ha propiciado el inicio de una actividad económica consistente en importaciones paralelas de productos conocidos en el extranjero pero cuyas empresas bien sea que no tienen operación directa en Venezuela, o teniéndola, estos productos no forman parte de su oferta regular para nuestro país y estas importaciones se realizan sin su control. Este fenómeno conocido como bodegones, ya ha sido reseñado por la presenta internacional, por ejemplo, Reuters en diciembre de 2019: https://www.reuters.com/article/us-venezuela-shops/costco-in-caracas-how-florida-goods-flood-venezuelan-stores-idUSKBN1YK16X.

Así, no es extraño conseguir en Venezuela en estas tiendas de importación, que dejaron de ser en muchos casos de conveniencia para convertirse ya en cadenas, productos como mantequilla de maní JIF, café Folgers, vitamínicos Olly o Vitofusion, diversos productos con la marca Kirkland de Costco o Great Value de Walmart; pero también hasta productos que requieren estrictas cadenas de frío como yogurts Chobani, helados Ben & Jerry´s, Talenti o My/Mochi.

En la mayoría de estos casos, no se cuenta con la permisología sanitaria local necesaria para evaluar la seguridad y eficacia de los productos frente al consumidor venezolano, y se desconoce las condiciones de transporte y almacenamiento, entre otros aspectos logísticos.

Esta situación ha también venido acompañada de un aumento significativo de solicitudes de registro por parte de terceros no autorizados de marcas conocidas en el extranjero pero posiblemente no registradas en Venezuela, las cuales en muchos casos son examinadas sin mayores obstáculos por no haber sido objeto de oposiciones oportunamente. Pero en el caso de estas oposiciones, también deben venir acompañada de un trabajo probatorio importante para convencer a los examinadores de su notoriedad y que se tratan de actos contrarios a la competencia leal.

De esta manera, empresas que actualmente no tienen a Venezuela como el destino de sus productos, podrán verse claramente perjudicados por esta práctica de importación paralela, pues no solamente que los productos importados carecen de los controles de calidad de sus titulares o distribuidores autorizados, sino que también, expone a aquellas marcas que actualmente no tengan protección en Venezuela al registro por parte de terceros.

Ante estas circunstancias, resulta muy recomendable para los titulares internacionales de marcas, validar si sus productos se encuentran siendo objeto de comercialización no autorizada en Venezuela a través de importaciones paralelas, y estudiar las acciones que puedan tomarse. De igual manera, siendo que Venezuela es una jurisdicción “primero en presentar”, considerar la protección de sus marcas, aunque en el futuro inmediato no existan planes de comercialización directa.